Madrugamos lo que pudimos, que no fue mucho la verdad, y a las 11 de la mañana ya estábamos comenzando la ruta que nos llevaría a conocer el lago grande del valle de lago.
Como esta ruta era demasiado ambiciosa para nuestros pequeños montañeros se me ocurrió una manera para poder completarla y que no fuese tan dura para ellos. Hugo se dejó convencer por mi locura y...¡llevamos la bicis con las sillas de los niños!
Salimos desde el pueblo Valle de Lago dando pedal y los niños gozando con su canticos ¡adelante!¡hasta Alicante!... Hugo y yo no tan enérgicos empezamos a sudar la gota gorda... otra vez pensé que llegaba el día del divorcio...pero no! hubo suerte!
Llegamos al cruce donde habíamos decidido dejar las bicis aún conservando un mínimo de dignidad. Escondimos las bicis entre unos arboles y nos pusimos manos a la obra para completar 3km que nos separaban del lago.
Llegamos al cruce donde habíamos decidido dejar las bicis aún conservando un mínimo de dignidad. Escondimos las bicis entre unos arboles y nos pusimos manos a la obra para completar 3km que nos separaban del lago.
El cruce marcaba dos caminos "sol" y "sombra"... pues con el calor que hacía la decisión fue fácil. Poco a poco se va subiendo hacia la cabecera del valle donde se sitúa el lago.
Con muchos ánimos a los niños, cuentos e historias, promesas de mojar los pies en el lago y de comer unas galletas y chocolate, logramos llegar al lago para la 1 de medio día. Aprovechamos para descansar un poco y observar las muchas ranitas que había por ahí.
Intentando no dejarlo demasiado tarde, después de poco mas de media hora, nos calzamos y tomando la pista "sol" de regreso a las bicis, en menos de una hora estábamos de regreso en el cruce y poniéndonos los cascos.
Con muchos ánimos a los niños, cuentos e historias, promesas de mojar los pies en el lago y de comer unas galletas y chocolate, logramos llegar al lago para la 1 de medio día. Aprovechamos para descansar un poco y observar las muchas ranitas que había por ahí.
Intentando no dejarlo demasiado tarde, después de poco mas de media hora, nos calzamos y tomando la pista "sol" de regreso a las bicis, en menos de una hora estábamos de regreso en el cruce y poniéndonos los cascos.
A partir de aquí lo gozamos bajando rápidamente el camino de regreso al pueblo... Ruby chillaba pletórica cada vez que veía una señal blanca y amarilla, y Enol roto del todo se quedó del todo dormido.
Y después de comer al lado de la furgo a guardar todo y a regresar a casa. Ha sido un finde muy bueno, ¿y el siguiente donde vamos?
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