Por fin llegó el día de conocer los lagos de Saliencia! Creo que debí de venir por aquí de chavala con el grupo de montaña del Instituto, pero esa época esta un poco lejos y ya ni tengo claro donde fui o no...el caso es que se hizo rogar pero por fin fuimos a pasar un fin de semana a Somiedo.
Llegamos al alto de la Farrapona a las 11 después de recorrer la ni tan mal pista desde Torrestío. Una vez arriba un tanto sobrecogidos por las vistas hacia las Ubiñas, nos pusimos en marcha para hacer el recorrido de los lagos de Saliencia.
Los niños ya son todos unos campeones y rápidamente recorrieron la pista hasta dar con el lago de la Cueva, su color turquesa impresiona y Ruby se queda muy pillada con una boya que hay en el medio (que no Ruby, no es un balón!).
Desde aquí vamos cogiendo altura pasando por delante de las viejas minas de Hierro, hasta llegar al colmatado lago de la Mina, y poco después al lago Cerveriz. En este punto tomamos un descanso y reponemos fuerzas con una alta dosis de azúcar (los deseados cuches que teníamos reservados para nuestros pequeños montañeros).
No queriendo convertir la ruta en una tortura para los peques, decidimos dividirnos, Hugo marchó hacia el lago Calabazosa y los peques y yo volvimos sobre nuestros pasos para regresar al alto de la Farrapona.
Hugo nos alcanzó antes de llegar al lago de la Cueva y nos contó que se podría haber vuelto desde el lago de la Calabazosa haciendo la ruta circular sin aumentar los kilómetros, bueno otra vez será!
La ultima cuesta hacia el alto se hizo un poco pesada para mi...Enol reclamó la mochila de porteo y mi espalda sufrió un poco...eso sí, ya hemos pactado que a partir de Otoño se acabó el porteo, que ahora es un niño muyyyy mayor.
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