Por fin llega la tan deseada semana de vacaciones de verano, no recuerdo cuanto tiempo dedicaría en informarme bien de las posibilidades del entorno de Gavarnie, lugar que iba ser el destino vacacional este año...rutas, actividades, remontes...mucha información en mi cabeza que tendrá que quedarse ahí para otra ocasión!
Estuvimos dudando hasta ultima hora si ir o no, ya que la previsión no tenía nada de bueno en ningún lado que no fuese el sur...y es que el sur en verano no es para mi! Así que con mucha ilusión y fe salimos de casa con el madrugón de siempre y nos dirigimos a justo donde habíamos concluido las vacaciones el año pasado, al valle del Tena y al puerto del Portalet.
Día 1- Como somos chicos de costumbres, desayunamos en Olmillos de Sasamón y paramos a comer en Lilium en Jaca, en ambos sitios y establecimientos hemos estado mas veces, pero cuando te tratan bien, ¿¿por que no volver?? Después de comer aprovechando la hora de la siesta nos dirigimos al puerto del Portalet para adentramos en tierras galas, en el
valle de Ossau.
Vaya preciosidad de valle, algunos paisajes se merecen unas cuantas paradas...bajamos un poco hasta el
lac de Fabreges en Artouste, el día siguiente queríamos hacer el recorrido del
petit tren de Artouste por lo que quedamos a pernoctar en el área del pueblo.
La zona de pernocta esta muy bien y amplio, y en la orilla del lago hay un bonito paseo que recorrimos para estirar un poco las piernas. La verdad es que había sido un día muy largo y el nivel de excitación de los niños iba un aumento, no así la fuerza y ganas de los padres... a dormir que mañana nos esperan mas aventuras...
Día 2- Madrugamos y cogimos el segundo tren de la mañana, quedando el tiempo justo para un cafetito antes de coger la telecabina que te sube hasta la estación desde donde parten los trenes. El día estaba nublado pero nos imaginamos que las nubes se quedarían en el valle...y así fue, las vistas desde arriba no podían ser mas bonitas.
El recorrido del tren es bastante impactante, son 50 minutos aproximadamente recorriendo las laderas de las montañas viendo valles, picos, marmotas, rebaños...una buena forma de acercarse a la montaña para familias con niños pequeños o personas que quieren disfrutar del día sin grandes esfuerzos. Una vez que llegas arriba tienes hora y media para ver el
Lac Artouste (sale una
peke-ruta de unos 2km entre ir y volver que por supuesto hicimos ) o simplemente descansar en una terracita disfrutando del paisaje.
La vuelta es por el mismo sitio, y los peques reventados se durmieron todo el camino (y algún otro que yo me sé también cerró los ojos un ratín)!
Comimos por el camino dirección Laruns en una zona de picnic situado al lado de la carretera, muy apañadito sí señor, estos galos saben lo que se hacen.
Llegamos a Laruns, los niños fueron a descargar energía en un parque infantil mientras que los padres mirábamos planes para la tarde. En uno de los folletos de información que nos dieron vimos que en Laruns había un parque de estos tipo "aventura en los arboles" con tirolinas y demás, y que tenía circuito para niños de a partir de 3 años... ¡pues adelante!
Que bien se lo pasaron los dos superando los obstáculos y tirándose una y otra vez por las tirolinas...que envidia nos dieron a Hugo y a mi!!! Enol entendió en seguida el sistema de aseguramiento con los mosquetones y nos dejó impresionados con su autonomía... que crack!
Ya cansados y con ganas de ducha buscamos un camping y fuimos a instalaros para la noche, bañito en la piscinita, ducha y cena. Laruns tiene una gran oferta en campings y actividades al aire libre, es un lugar donde estoy segura que volveremos mas adelante. Y por fin a dormir, había sido otro día larguísimo!!
Día 3- Comenzamos bien..... me desperté con el sonido de truenos y ya no pude pegar ojo...cuando ya se oían cada vez mas cerca desperté a Hugo y los niños y nos pusimos a recoger campamento...justo a tiempo...empezó a llover y no pararía en todo el día. ¿y que se hace un día así? Pues buscar una ciudad grande con algo para ver, o una zona comercial para entretenerse. Al viajar con niños pequeños todo es un poco complicado cuando llueve, ellos siguen teniendo ganas de gastar energía pero no encuentras un lugar apropiado; acabamos en Pau en un área comercial haciendo acopio de víveres y ya de paso haciendo alguna comprita; después de comer nos dirigimos a Lourdes, habíamos reservado un aparta-hotel para la noche en vista a las tormentas que daban para la noche y el día siguiente. Por el camino vivimos nuestra particular odisea con la tormenta mas intensa que he visto en toda mi vida...¡que miedo!
En Lourdes no llovía, dimos una vuelta, cenamos por ahí y nos vinimos a descansar, esta noche no toca dormir en la furgo!
Día 4- Desayunamos en el apartamento y dejamos todo recogido; como no daban mucha agua hasta las 11 queríamos aprovechar para ir a conocer la ciudad y el santuario antes de que comenzara el diluvio. Lourdes es una ciudad bastante pequeña y abarcable, todo gira entorno al santuario, las apariciones y los milagros que ahí se supone que se producen. Cada uno con los suyo, pero temas religiosos a parte hay que reconocer que el lugar es muy bonito, recuerda un poco a Covadonga. Una pena que estuviera nublado y no pudiéramos disfrutar de las vistas hacia las montañas.
Disfrutamos en un pequeño restaurante el "menú du jour" y decidimos en vista a que la previsión meteorológica no iba a mejor demasiado y que nos niños estaban cada vez mas irritables, y consecuentemente los padres también, que lo mejor sería buscar un lugar donde brillara el sol y que ellos pudiesen disfrutar un poco. A hora y media de ahí estaba la costa francesa de
las Landas... pues adelante, hacia el paraíso de los niños!
Después de la siesta, ya con el bañador puesto e instalado en el camping Col Vert en la localidad de Léon, tocó sesión de lago con toboganes, piscina con parquecito dentro y demás diversiones infantiles.
Días 5,6 y 7- Tres días intensos en las Landas, apenas salimos del camping dejando que los niños gozasen de todas las actividades que tenían ahí enfocados a ellos... nosotros aprovechamos para descansar, comer, dormir... cosas de vacaciones. El ultimo día conocimos a otra familia furgonetera con la que habíamos ya hablado por la redes sociales e intercambiamos algunas experiencias, ellos estaban comenzando sus vacaciones y nosotros ya en la recta final.
Un saludo a Shai, Isabel y su adorable hija desde aquí!
Nos despedimos de las Landas y aprovechamos la hora de la siesta para volver a España y pasar la tarde en la playa de
Zarautz. ¡menuda playisima!
Al terminar la jornada nos desplazamos a 15 minutos de ahí al área de ac de Zestoa, un área correcto y gratuito situado en un pueblo bonito y muy digno donde pasar la noche.
Día 8- Por la mañana aprovechamos para conocer la recreación de la cueva de
Ekainberri y dejar nuestra contribución en el pueblo comiendo un rico menú del día. La cueva esta súper bien, y la charla amena e instructiva, muy recomendable. Además como no hay acceso a vehículos hasta la cueva te obliga a hacer un agradable de paseo de unos 15minutos y luego seguirla si quieres ir a ver la entrada de la cueva original.
Por la tarde seguimos de ruta hacia Cantabria para ir conocer el
laberinto de Villapresente... atención, avisados quedáis, parece un juego pero aseguraros de sacar un foto del plano antes de entrar, sino salir será toda una odisea! Después de pasar la tarde y algunas risas en Villapresente nos dirigimos al área de ac. las
Hazas en Cobreces, situado muy cerca de ahí y con todos los servicios por poco dinero. Cenamos en el pueblo y descansamos de maravilla, mañana ya era el ultimo día de las vacaciones, este año íbamos aprovechar a tope.
Día 9- Después de desayunar seguimos de ruta hacía Asturias para pasar el día en la playa de Cuevas de Mar con la familia. Esta playa tiene una escuela de escalada donde Hugo aprovechó para subir un par de vías y asegurar al sobrino y un amiguillo, ambos chavales lo hicieron muy bien y como no, Hugo se quedó con ganas de mas. Para mi, el tema de playa nunca me acaba de entusiasmar demasiado por la arena, así que unir eso a cuerdas de escalada y demás historias no era un plan que me llamara demasiado.
Después de comer nos despedimos de la semanita de relax y nos pusimos rumbo a casita...
...y así pasaron las vacaciones de verano, mar y montaña.... sin grandes hazañas, ni muchas rutas montañeras pero con tiempo de calidad en familia, superando los obstáculos que surgen de convivir 4 personas en un espacio reducido y cada uno con sus necesidades y sueños...
... pero tranquilos, aún queda mucho verano!
