Hoy es uno de esos días en que resulta díficil no sentirse perdida, despues de 12 años de convivencia, mi amiga gatuna me ha dejado.
Inevitablemente me atormentan las dudas "quizá si yo no me hubiese ido lo hubiera notado antes, quizá si ella no fuese tan sufrida hubiese mostrado algún signo, quizá si no la hubiese querido tanto ahora sería todo mucho mas sencillo..."
Pero resultaba imposible no querer esa reina de ojos verdes que con tanto caracter no dejó a nadie indiferente.
Conmigo se fué a León a estudiar, amenizando mis jornadas de estudio, siempre esperando que llegara a casa para jugar con ella; trepó cortinas, se escondió en una nevera, se metió en la cama de mi compañero de piso cuando estaba en celo y echó largas siestas bajo mi flexo...tantos recuerdos...fueron buenos tiempos con gente que la quería.
De León nos fuimos a Benicassim, un largo viaje para vivir en un piso mejor con una enorme terraza donde podía tomar el aire, cazar inocentes pajarillos y contemplar el sol del mediterraneo
Pero añorabamos a nuestra tierra y al Bierzo nos volvimos, y aquí encontró su compañeros Máximo y Gora aunque ella siempre dejó claro quien reinaba en el hogar.
Imposible no quererla, hasta los mas valientes se dejaron engatusar por su forma de ser, queriendola hasta su ultimo suspiro.
He tenido otros animales y me cuesta creer que en el futuro no tendré más, pero esta gata era mas que un animal, era mi compañera, mi almohada con quien relexionar, mi hombro sobre el cual llorar, mi peluchín que abrazaba por la noches, mi dama con quien desayunaba...con sus manías y gestos que tocaban el alma...ahora solo siento un gran dolor por su ausencia pues aún siento entre mis dedos su suave pelaje mientras la acariciaba por ultima vez, el calor de su pequeño cuerpo entre mis brazos y sus ojos que me llamaban para que la rescatara de aquel malestar...recuerdos dolorosos que me impiden ver cuanto tiempo tuve la suerte de compartir mi vida con ella.
Y por ello es imposible no sentirse perdida, pues las unicas palabras que me quedan son adiós amiga
¡ Ánimo Jesusa ¡.
ResponderEliminarSiento lo de tu gata.
Magnífica dedicatoria la que has dedicado en este blog.
Un abrazo.
Kike
Gracias Kike
EliminarEnternecedor. No hay consuelo. Sin palabras.
ResponderEliminarNosotros también hemos sufrido la pérdida de un gran compañero de casa, campo y fatigas ya hace varios años: nuestro mastín de nombre Yanko y hoy día aún recordamos con gran claridad el momento de la separación.
Mucho ánimo pues a lo largo de la vida se sufren pérdidas irremplazables.
Un saludo desde Pucela.
Gracias, como bien dices, no hay consuelo posible..solo el tiempo me imagino.
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