Cuando en lo alto de la montaña esta un amigo, es mas fácil subir

Lagos de Covadonga- Vegarredonda- Mirador de Ordiales

Por fin llegó la ansiada Semana Santa y a pesar de todos los días de calor y sequía de febrero y marzo, la primera semana de abril prometía agua y nieve en las cotas altas.
A pesar del pronostico y viendo una ventanita de buen tiempo para el domingo decidimos subir el sabado al refugio de Vegarredonda a pasar la noche y así aprovechar mejor el día del domingo.

LLegamos a Cangas de Onís a las 12 de la mañana y viendo el panorama pasado por agua decidimos comer en el pueblo y no subir a los lagos andando como inicialmente teníamos en mente, la ruta de la reconquista tendría que esperar a otra epoca.



Después de comer cogimos el bus que sube a los lagos y nos adentramos en el mundo de la niebla.

Una vez mas pasamos por los Lagos sin verlas...





Desde donde te deja el bus cogimos el sendero PR-PNPE-5 hacia el refugio de Vegarredonda. El sendero esta bastante bien señalizado con marcas blancas y amarillas, primero siendo un sendero que rodea el lago Enol y luego un camino transitable por vehículos hasta Pandecarmen. A partir de ese punto es un sendero que poco a poco va cogiendo altura pasando por Vega del Huerto, Vega de la Piedra y otra majada mas hasta llegar al refugio de Vegarredonda.





Poco antes de llegar a la Vega de la Piedra pasamos cuatro Patrol de la Guardía Civil y supusimos que alguien se habría perdido por la montaña, cierto es que con la niebla, lluvia y el pronostico de que alguien se habia perdido no daba precisamente buena espina.

Después de dos horas de mojadura nos encontramos con la tropa de frente y nos indicaron que el refugio estaba a penas media hora de donde estabamos, como dijo Hugo, nunca habíamos estado tan contentos de ver a la Guardia Civil!

Por fin llegamos al refugio y nos despojamos de nuestra ropa mojada. Ahí la chica que lo lleva, Marta, nos contó que el viernes un chico había tenido una caida en Peña Santa de Enol y que estaba en el refugio esperando que despejase la niebla para que el helicoptero pudiese venir a por el. Habían tardado día y medio en el rescate, con la ayuda de aproximadamente 15 personas incluyendo la Guardía Civil, Bomberos y el propio Guarda de Vegarredonda, Javier. Por fortuna aparte de tener la rodilla como un botijo, el chico esta bien y de buen humor, y luego nos contaría como se accidentó.

La cena muy rica y el sueño reparador...

El día siguiente amaneció despejado y muy luminoso, el día perfecto para fotos (aviso con esto de la cantidad de fotos que pondré a partir de aqui!!!)y poco después de desayunar vino el helicoptero a por el lesionado y nosotros tomamos el camino hacia el mirador de Ordiales por las mismas marcas amarillas y blancas del día anterior.







La nieve caida de los días atrás estaba bien dura facilitando nuestro progreso. Tardamos aproximadamente una hora y cuarto en llegar al mirador al pie del pico Cotalba.

















Las vistas son impresionantes hacia el valle de Amieva, que parece muy lejos ahí abajo...foto de cumbre, bueno mas bien de final de ruta, y para abajo, que la nieve estaba perdiendo su dureza...









La vuelta fué mas rapida aunque había zonas donde te hundías en la nieve hasta la rodilla.

Por el camino nos encontramos con alguna gente que venía por la misma ruta que nosotros, alguna sin crampones, ni raquetas, ni sentido común...gente a gatas por una ladera que al estar a la sombra estaba dura como una piedra y no se atrevían a ponerse de pie para no resbalar ladera abajo...

Nosotros recogimos nuestras mochilas en el refugio y regresamos por el camino de ayer hacia los Lagos de Covadonga, esta vez pudiendo disfrutar del maravilloso paisaje del macizo de Cornión, mirando cada poco hacía atrás para contemplar el magestuoso e imponente Peña Santa de Enol bien cargadita de nieve.













Paramos en la Vega de la Piedra a comer y llegamos sobre las 4 a la parada del bus para volver a Cangas.









Que menuda tropa había en los lagos el domingo...



Pudimos contemplar el lago Enol durante un instante antes de que bajara de nuevo la niebla y lo tapara, si es que la niebla por aquí casi es más famoso que la sidra!







Y vuelta a casa, 3 horitas de coche y con la satisfación de haber pasado un par de días en el entorno incomparable de Picos.

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