Otoño es un momento mágico para visitar los hayedos, y aunque ir en su momento cumbre de rojos y naranjas es lo ideal, una vez caída la hoja sigue siendo espectacular.
A pesar de quedarnos algo lejos para una rutilla tan corta, el domingo nos animamos a ir a visitar el hayedo de Canseco, al norte de León.
Aprovechamos para hacer una quedada de futuras promesas montañeras y disfrutar de una buena comilona en el campo, que en esta era pandémica que nos toca vivir, es lo mejor que se puede hacer.
Las formas del bosque nos despiertan la imaginación, y el crujir de las hojas en nuestros pies es inspirador.
Otra magnífica jornada montañera en compañía de los mejores y otros 5 km para las patitas de nuestros retoños!
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