El otoño es un momento mágico para las peques rutas, cuando no llueve hace buena temperatura para caminar y los bosques se vuelven de todos los colores.
Aprovechando un hueco entre lluvias nos juntamos con nuestros queridos amigos de León para volver al Faedo de Ciñera. Conservo buen recuerdo de cuando lo conocimos hace como 10 años al inicio de nuestra andadura de "perdernos", y me pareció una buena ruta para hacer con nuestros pequeños montañeros.
Llegamos a Ciñera a las 11 y poco mas tarde comenzamos el camino que los llevaría al Hayedo. Los niños como siempre van como locos viendo, tocando y rebozándose en todo lo que ven...desde zarzas y palos hasta charcos... para ellos todo es magnifico.
En poco tiempo llegamos a la bocamina y viendo los viejos vagones...ahora solo debemos salvar un pequeño repecho y ya estamos a punto de perdernos en un rincón mágico...
....mirar que belleza !!!!
Los arboles ya no conservan sus hojas para hacen un precioso manto que cubre el suelo del bosque. Ahora hay pasarelas para que la gente no se salga del camino y así conservar mejor el suelo del Faedo....y no me extraña, es impresionante la cantidad de gente que vimos ahí, autenticas embotellamientos en algunas zonas.
Después de reponer fuerzas toca desandar lo andado y completar la circular, sumando otros 5km y pico al curriculum de nuestros pekes ¡menudos campeones!
Y como no, esto merece una celebración... estamos en zona de chivo??? Pues cocido de chivo!!!
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