Otra peke-ruta para darle caña a la generación promesa.
Esta vez nuestros amigos leoneses se acercaron al Bierzo para ir a conocer la cascada de San Pedro de Mallo. Es una rutilla facilona y la cascada es agradable de visitar con los peques.
Como nos pareció muy poco para estos chiquillos, decidimos enlazarlo con la vista a lo que en el pueblo se enuncia como el lago.
Llegar hasta aquí era un poco cansado ya que era todo cuesta arriba por un camino sin apenas sombra, pero con la promesa de la comida no hubo muchas quejas y llegamos pronto a una zona de merenderos un poquito antes del lago. Comimos, descansamos y después fuimos tranquilamente a visitar al lago, que más bien era una cicatriz de la minería llena de agua, no está mal.
Por la zona había muchos fósiles y los niños se entretuvieron mucho rato buscando los mas bonitos para sus colecciones particulares, y así pasó otro domingo y sumaron los críos otros 8km para su patitas. ¡IMPRESIONANTE!
