Rutaza por fin, y cuenta pendiente.
Por fin llega el domingo y me junto con Jenny y Juan para hacer cima en el Catoute; ninguno de los dos habían subido antes y en mi caso nunca lo había hecho por la ruta de Salentinos.
Comenzamos con alegría disfrutando del solecito mañanero y los colores primaverales de la montaña, la explosión de ericas es un placer en todos los sentidos.
Cuando llegamos a la braña aprovechamos para descansar un poquito y tomar un café de termo, así quiero yo todos los días de mi vida, sol, airecito suave y café rico, y en buena compañía.
Finalizado el descanso comienza la parte más exigente de la ruta, la subida al collado y el cresteo final hasta la cima, aquí queda el testimonio fotográfico.
Arriba nos sacamos las fotos de rigor y media vuelta hasta el refugio donde comimos y disfrutamos de una buena tertulia de sobremesa. El día había terminado y toca volver a casa.
Muy buenas sensaciones, una ruta muy bonita y otra manera de ver el Catoute. Sus paredes abruptas desde este lado son impresionantes, e inesperadas, no se porque lo recordaba menos montañoso. Una ruta disfrutona que te deja con ese regusto a querer más, creo que pronto volveré a hacer más rutas así...
Saludos !!!!